¿Qué es el éxito? Todo, en el deporte de competición, se podría resumir en esta pregunta. Cuando un niño/a se apunta a un deporte como baloncesto, muchas veces no es consciente de lo que supone jugar partidos los fines de semana. Ese niño/a se apunta básicamente para socializar con otros niños/as, para hacer nuevos amigos/as, y, muy importante, tal y como se sitúa la sociedad actual respecto a la obesidad infantil, para realizar semanalmente varias sesiones de ejercicio que es tan importante para una vida equilibrada.
La responsabilidad en el manejo de todo tipo de situaciones con los jugadores recae en el entrenador/a. El entrenador/a tiene un trabajo importante durante la semana, que se divide en varias tareas:
- Enseñar las reglas básicas del baloncesto
- Trabajar la técnica individual de cada jugador para su desarrollo personal
- Crear dinámicas de grupo y enseñar lo que significa la palabra "equipo"
- Preparar al equipo para la competición
Si os preguntáramos que para vosotros/as, cuál de estas es la tarea más importante, ¿qué responderíais?
De ahí que la primera línea de este post, preguntemos, ¿qué es el éxito? Para la gran mayoría de personas vinculadas al deporte de competición, éxito significa victorias < éxito = partidos ganados >.
Pongamos que tenemos un equipo de niños/as de 8 años que nunca han jugado al baloncesto. Nosotros como entrenadores preparamos la planificación de la temporada y en el casillero que pone objetivo principal, escribimos "ganar la liga sin perder un solo partido". Si nuestro éxito de la temporada se medirá en si hemos ganado o perdido todos los partidos, podéis imaginad el grado de frustración de ese entrenador, de los jugadores y de todos los asistentes a los encuentros.
Ahora, tenemos un equipo de chavales de 19-20 años, y tenemos 5 jugadores que destacan muchísimo, y el objetivo es el mismo, ganar todos los partidos y de paso la liga. Si nosotros dejamos en pista a esos 5 jugadores siempre, ganaremos todos los partidos, a costa de que los otros 7 prácticamente ni participen. Al final, conseguimos ganar la temporada. ¿Ha sido una temporada exitosa?
El deporte, da igual que sea a nivel escolar o federativo, no se puede basar como objetivo principal en ganar o perder, porque entonces desarrollaremos personalidades impacientes, resultadistas e incapaces de lidiar con la frustración. Las victorias o derrotas son fruto del trabajo diario. El entrenador/a del equipo de jugadores de 19-20 años, si siempre saca a los mismos al campo, solo hará que mejoren los mismos, y acabará consiguiendo, que el resto se estanque o incluso al final lo deje. El entrenador/a que entrena al equipo de niños/as de 8 años, si cada vez que gana lo celebra como si hubiera ganado la Champions League, y cuando pierde, se enfurece, grita a los jugadores, y carga contra árbitros, equipos contrarios y grada si es necesario, lo único que conseguirá es recrear el dogma de que el éxito se mide en las victorias, cuando el verdadero éxito de un entrenador es ver disfrutar a sus jugadores y enseñarles todo lo que sepa para ello.
El éxito es que la temporada que viene, cuando llegue septiembre, esos niños/as estén como locos por volver al pabellón porque empieza de nuevo baloncesto, con sus amigos y su entrenador/a. Y eso se consigue, enseñando que ganar o perder, no es más que el fruto del trabajo, la golosina no solo se da cuando uno gana. Y que cuando gano lo celebro sin vacilar al rival, y que cuando pierdo no se acaba el mundo, el fair play deportivo, saber perder y saber ganar, el respeto por el contrario y por el propio.
La mentalidad de una escuela deportiva nunca puede estar orientada al resultado de los partidos del fin de semana. Si ganamos, mejor, todo el mundo quiere ganar partidos; pero no es sano, que en grupos de niños/as de 8-9 años, la única pregunta que hagamos cuando acaba un partido es, ¿pero hemos ganado o no? A lo mejor, la pregunta debería ser, ¿te lo has pasado bien con tu equipo?
El entrenador/a debe ser el primer modelo de conducta, y el resto de agentes externos deben estar en consonancia con este y con el club. En este club, podemos decir con seguridad que tenemos entrenadores/as que entienden los valores deportivos que queremos inculcar, y seguiremos trabajando para ello.